De la memoria.

Desde que vivo en Santiago, apenas un mes había estado pendiente de visitar el museo de la memoria y los derechos humanos. El tema del gobierno militar aquí aka Dictadura, para mi es súper delicado de tocar… pues soy extranjera y no veo como apropiado estar emitiendo opiniones, personalmente me hace hervir la sangre algún extranjero defensor del gobierno , que por ideologías venga a decirme a mí (que lo viví en carne propia) que el sistema pseudo-socialista implementado es bueno. Lo que hubiese deseado en tal forma es que Allende jamás hubiese llegado pues Pinochet fue consecuencia del primero (ésta opinión viene por las similitudes que veo entre Allende y Chávez) Pienso que Chile tal vez no sería lo que es si aquel hombre hubiese seguido en el poder y Venezuela tal vez no estaría en lo que está si el camarada Chávez se hubiese quedado encerrado cumpliendo su condena y no hubiese llegado a Miraflores.

Entonces volviendo al tema, visite el museo de la memoria el domingo pasado (más allá de tintas políticas), este museo me llego a la fibra. Es una muestra de lo que JAMÁS debería pasarle a ninguna sociedad, suena como que fue hace mucho tiempo y no ha transcurrido ni medio siglo de esos hechos que demostraron lo que el amor al poder puede generar sobre una población,  una generación que le tocó crecer bajo el miedo de una bota militar. Es impresionante escuchar relatos de sobrevivientes y aún lo es más la forma en que NUNCA se rindieron pero mas escalofriante es, conocer los relatos de los que no pudieron contarlo de propia voz, que mensaje tan fuerte dejaron. No hubo cadena que los silenciara por completo, perdieron muchas vidas, familias que jamás volvieron a estar completas,  y aún así La resistencia hizo eso resistir. Viendo el ejemplo de Chile, nunca descansaron y me parece admirable que después de tantos años de dolor, de miedo y de muerte hayan podido quitarse la tiranía de encima y sea una nación crecida como lo es.

De cierta manera veo la similitud entre lo que ellos vivieron y lo que nos pasa a nosotros como país, esa represión bárbara que sólo refleja el TEMOR de que la gente de una vez por todas diga ME HARTE y les pase factura por todas las atrocidades que le han hecho vivir al venezolano.

No tengo idea de cómo será el fin de este circo en el que tenemos danzando casi 18 años, pero espero que el último acto este cerca.

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