A los que circunstacialmente manejan como se les antoja mi país les quiero decir (aunque probablemente ni les importe) que no les perdono ni les perdonaré jamás lo que han hecho con lo que alguna vez fue una tierra que abrazaba a todo aquel que llegaba, el lugar en el que si te partías el lomo trabajando veías frutos, crecías y llegabas lejos, en donde el mérito
existía. Un país lleno de injusticias que tal vez permitieron que un loco con carisma los encantara o los embrujara (porque eso fue más un embrujo que otra cosa) hablándoles al oído y haciéndoles sentir reconocidos a esos, que les habían metido el chip de que eran invisibles.
Dicen que en los tiempos de la 4ta la gente comía perrarina, o hacían teteros a los niños con pasta, dos ejemplos terribles de deformación social, que tan ciertos puedan ser lo desconozco, lo que si conozco es que hoy en día en tiempos de quinta, es un imposible para millones, lujos que muchos no pueden costearse.
Este proyecto inmoral ha invertido toda su fuerza en plantarse en la psiquis de los mas vulnerables, a punta de generar odio, a punta de repetir una y mil veces que los otros los odian, pese a que ya esa idea cada vez se ve menos florecida en muchas mentes, podría decir que actualmente su fuerza va orientada simplemente a mantenerse bajo el régimen del miedo, de las armas y de dar a entender de que tu vida pende de un hilo, el hilo lo tienen ellos, que si quieren lo cortan de un golpe y nada pasa, hacernos sentir sin derechos, indefensos, ESO señores es lo que mas duele, por ejemplo a Ramón se le ocurrió un día caminar en lugar de tomar el transporte público para ir a su trabajo, a Ramón lo embistieron dos motorizados, le robaron su celular no sin antes darle un disparo que le robó su vida esa mañana, otro día como cualquier María tomo el autobús camino a la universidad, eran las 9 de la mañana cuando vio un hombre que comenzaba a arrancarle las cosas a los que allí estaban bajo la amenaza de una pistola, pudo más la desesperación y saltó de ese autobús sin más que el terror que le invadía, su cabeza golpeo la acera, lo último que recuerda maría fue el arma de un malvado, María no llegó a la universidad y ese precisamente sería su último recuerdo, un desgraciado sin alma apuntándole a la cara, ella no resistió el golpe. Y así van estos malditos diablos que siguen generando terror en cada rincón, mientras le quitaron la única vida que tenían Ramón y María, vidas que
se perdieron, dejando niños en casa esperando a un papá que más nunca va a volver, una hermana mayor que no va a graduarse, familias clamando justicia que nunca va a llegar. Y los órganos de justicia? muy ocupados en ver como restarle poder a un pueblo que se opone a ellos, los policías? preocupadísimos en como seguir guizando y enfocados en su propio bienestar, entes que día a día inspiran desconfianza, miedo y cualquier cosa menos respeto…
Y como el ejemplo de Ramón y María miles MILES suceden anualmente, ante la mirada indiferente de esos que se hacen en el poder, muchas historias que no conocemos, morgues semana a semana repletas de cuerpos que ni siquiera pueden ser refrigerados porque sencillamente superan las
precarias instalaciones, cementerios creciendo pues la demanda va en alza.
A quién le duelen esos muertos? A quien le duelen los niños desnutridos creciendo en un país degenerado lleno de colas y de miseria? A quién le duele esas fortunas que han hecho los nuevos boliburgueses a partir de oportunismos y guizos que dejaron secas las arcas que alguna vez estuvieron repletas?.
No les perdono ese deseo enfermizo de seguir en el poder, esa ansias de arruinarnos la vida a todos, es que ya no es cuestión de favorecer a unos
o a otros, pues de cualquier manera te perjudican así no vivas bajo sus rejas.
No les perdono el separar familias, algunos corrieron con suerte de que estar separados por kilómetros, otros los mandaron varios metros bajo tierra donde ya no hay segundas oportunidades ni queda mas remedio que resignarse.
No les perdono esa falsa moral, esa ineptitud y esa cobardía de jamás admitir las culpas de sus malas gestiones, de una avalancha de errores, de echarle la culpa a cualquier persona, de premiar al corrupto, de favorecer a mafiosos, de un sinfín de malas decisiones, de la corrupción mas descarada y ASQUEANTE que alguna vez haya sido vista en Venezuela y esas ganas de imponer por sobre-todas las cosas un modelo que NO SIRVIÓ y NO VA A SERVIR, de seguir fomentando una sociedad parasitaria, que el que puede saca ventaja hasta en el dolor del prójimo. Porque para lo que si han servido es para llenarnos de odio, para separarnos y para generar repulsión, en mi han hecho un trabajo excepcional cada célula de mi cuerpo los rechaza, honestamente quiero recuperar la esperanza, quiero ver acciones de los ‘lideres’ pero ya sinceramente soy una escéptica y me dan asco.
No los perdono y creo francamente que nunca lo haré, a ellos que los perdone Dios.